Mi cicatriz

Mi cicatriz

Julián Santa


Tengo una cicatriz en el dedo gordo de la mano derecha que me jode la vida cuando intento desbloquear mi celular y que si se observa con cuidado toma la forma del norte de Europa. Hemos sido amigos desde el día en que me quitaron los puntos, después de semanas de tener el dedo envuelto en vendajes casi egipcios y de curaciones en agua que olía a mediterráneo. Fue una casualidad el conocernos, culpa de una silla de bus de esas que se doblan. Me ahorraré la cantaleta: mi pulgar se quedó, feliz y descansando, entre las uniones de la parte de atrás de la silla. Al perecer, esta se dio cuenta. Cuando se desplegó para reclamar, mi dedo estalló. Una historia digna de telenovela Mexicana, ¿verdad?

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